Fiestas de San Pedro y San Pablo

La tradición

Los Gobiernos de Blancos y Negros, están conformados por un gabinete, elegido previo a la fiesta por los respectivos presidentes, este gabinete lleva adelante un sin número de actividades y la gran preparación que deman­da la celebración.

Como parte del festejo, se realizan misas en honor a los Santos, se proclama a la reina con su corte de honor, se realiza un pregón, procesión en el mar con banda de pueblo (en el caso de Machalilla), el tradicional baile de las banderas, encuentro de gobiernos de blancos y negros, y el baile del perfume, donde cada una de las reinas y su corte rocía colonia a los miembros del otro Gabinete, en una demostración de paz y convivencia.

La celebración de los santos apóstoles Pedro y Pablo o de Blancos y Negros, es sin duda una de las más importantes expresiones de identidad constituyéndose en un orgullo para Manabí y el Ecuador. Se profundiza en la vida cotidiana de las comunidades creyentes, reafirmando su riqueza cultural, costumbres y tradiciones.

Entre junio y agosto de cada año, se realizan actividades en honor a los santos en varias localidades, entre ellas: parroquia Machalilla del cantón Puerto López, Picoazá, Crucita, y San Pablo en Portoviejo, Montecristi, Sosote, San Jacinto, San Clemente, Manta, Jaramijó, entre otros.

Historia y Antecedentes

Aunque no hay un dato exacto del inicio de las fiestas de San Pedro y San Pablo en Manabí, el año de 1860 es el dato más antiguo que se tiene de la fiesta, de acuerdo a una descripción de Alfredo Pareja Diezcanseco. La cita se da en su obra La hoguera bárbara (vida de Eloy Alfaro), que toma el Dr. Edizon León Castro en la investigación antropológica y etnográfica para el INPC, realizada en la provincia. En Machalilla se ubica la fiesta alrededor de 1945 y se la celebró hasta 1960 para luego retomarla en 1985.

Con un tiempo prudente de anticipación se realizan, los preparativos para cada 27 de junio dar inicio a la celebración patrimo­nial de San Pedro y San Pablo en Machalilla - Puerto López, mientras que en algunas poblaciones como Picoazá, Sosote y Crucita inician el 24 de junio, día en que se celebra la fiesta de San Juan.

El objetivo de la procesión en embarcaciones artesanales por el mar en la parroquia Machalilla, es pedir a los santos que el año siguiente sea abundantemente productivo para la actividad pesquera.

La fiesta reafirma la identidad de estas poblaciones, su vínculo con el mar y con ello el sentido de pertenencia a la localidad. La escenificación identitaria de los pueblos que la celebran, conju­gan y recrean una serie de elementos culturales que hacen parte de la misma, por ejemplo, la gastronomía, la música, costumbres y tradiciones, valores culturales que reafirman identidades desde lo “auténtico” y lo “propio”.
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